ALIMENTOS ALCALINOS SANOS Y SACIANTES QUE EVITAN CARIES,
OBESIDAD Y AYUDAN A PARECER MÁS JÓVEN

Uno de los pilares de la salud dental es procurar una nutrición equilibrada. El consumo de alimentos y bebidas pobres en azúcar reducirá el riesgo de aparición de caries. El estrés es el enemigo de la dieta y de la boca. Con estas sugerencias evitará también el sobrepeso.

Beber siempre moderadamente cerveza (contiene alcohol y elevada cantidad de azúcar), una caña diaria para las mujeres y dos para los hombres, es el límite aconsejado, puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular y el desarrollo de diabetes tipo dos. Su efecto protector reside en el aporte de vitamina B y en la acción antitrombótica conseguida al reducir los niveles de homocisteína. Además la cerveza contiene silicio, esencial para los procesos de calcificación y que puede evitar la osteoporosis. Previne la anemia y el envejecimiento. Las personas sanas que beben moderadamente cerveza no aumentan de peso. También se ha observado una respuesta inmunológica positiva.

La ingesta de cerveza, vino o licores es positiva si se realiza dentro de unos límites y jamás asociada al tabaco. En el caso del vino tinto o blanco, un vaso y medio de vino para los hombres y un vaso para las mujeres.

Claro que los beneficios desaparecen y se convierten en perjuiciales cuando la ingestión supera lo recomendado, se producirán daños en el hígado, favoreciendo la deshidratación y el envejecimiento prematuro del organismo.

Refrescos azucarados: el gas y el azúcar afectan a nuestro apetito, producen sensación de saciedad, caries, se come menos y sin embargo, se engorda más debido a que el exceso de azúcar aumenta la acidificación del organismo y los niveles de insulina y ello puede conducir al sobrepeso y la obesidad -especialmente en niños-, la diabetes, la hipertensión, los problemas articulares, óseos y cardiovasculares, el envejecimiento prematuro, el cáncer y otras muchas patologías. Y la mayoría de esas bebidas ya llevan más azúcar de la dosis diaria recomendada en una sola lata o botella. Si desea conocer más sobre el peligro de las bebidas industriales en la web de la revista Discovery Dsalud podrá leerlo aquí. Discovery Dsalud Edición Nº 160 de mayo de 2013.

En España hay entre seis y siete millones de personas hipertensas. Controle la sal. El exceso de sodio produce sobrecarga renal y favorece la retención de líquidos.

En lugar de sal usar perejil, tomillo, orégano, romero, las especias no aportan calorías y destacan los sabores de los alimentos.

Luis Cabeza Ferrer

La manzana reduce el riesgo de cáncer debido a los flavonoides, la hipertensión, y enfermedades cardiovasculares ya que reduce la ingesta de grasas y los niveles de colesterol, además fortalece las encías porque contiene compuestos bioactivos: flavonoides, fibra-peptina y vitamina C todos ellos con una importante actividad antioxidante. Mejora la fatiga física y psíquica. El consumo de una, dos y hasta tres manzanas diarias disminuye los niveles de colesterol en sangre.

Zumos naturales de verduras, de tomate o de frutas como piña, manzana o uva sin azúcar son una fuente de salud. Regulan el tránsito intestinal y dan energía. Proporcionan vitaminas.

Zumo de naranja: un vaso diario de zumo natural recién hecho de naranja (aproximadamente tres naranjas), es beneficioso para el organismo por contener vitamina C y carotenos, es antioxidante, previene infecciones, fortalece el sistema nervioso, los huesos, las articulaciones y los dientes. Mejora los dolores en general y tiene un efecto regenerador.

Luis Cabeza Ferrer

Anchoas, gambas y mejillones tienen fósforo: interviene en la formación de huesos y dientes.

El aceite de oliva extra virgen contiene vitamina E. Es el componente esencial de la dieta mediterránea. Su consumo diario es importante para proteger el corazón, los vasos sanguíneos, además aporta antioxidantes y previene de ciertos cánceres.

Espárragos: son buenos para la hipertensión y la ansiedad.

El ajo: ayuda a tener energía e incrementa el flujo sanguíneo junto al ejercicio.

El arroz basmati, con un alto índice glucémico, ayuda a mantener el peso.

La cebolla roja proporciona la cantidad justa de quercetina que es un flavonoide que ayuda a conservar el tono muscular y mantener el rostro joven.

Las judías verdes contienen silicio que ayuda a absorber el calcio que refuerza los huesos y los dientes.

Pescado azul: beneficia el corazón. Contiene ácidos grasos esenciales omega 3.

Luis Cabeza Ferrer

Los boquerones en vinagre igual que las sardinas, el pulpo y el atún una sabrosa fuente de ácidos grasos omega 3 que actúa positivamente sobre la salud cardiovascular. Además los boquerones aportan grandes dosis de calcio.

Patatas fritas con sal, deben ser descartadas para los hipertensos.

Tomate: es rico en caroteno que se transforma en vitamina A. Contiene licopeno que previene el cáncer de próstata. Es antioxidante, fortifica el sistema inmunitario y refuerza la vista. Se recomienda al menos el consumo de una pieza al día sin sal. Tiene vitamina E y C. La vitamina E es el mejor reductor de arrugas, actúa con compuestos como el licopeno y el betacaroteno.

Luis Cabeza Ferrer

Jamón curado: serrano, ibérico, jabugo, bellota, recebo aumentan el colesterol bueno. Previene la arteriosclerosis.

Quesos frescos y semicurados mejoran la fatiga física y psíquica aportan calcio, grasas y minerales.

Las aceitunas son una fuente de vitamina E.

Frutos secos no salados: reducen el riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer. Contiene vitamina B, minerales como el magnesio, zinc, hierro, cobre, fósforo y calcio. Proporcionan energía, mejoran la fatiga física y psíquica y previenen el envejecimiento.

Cuando se sienta a menudo irritado y sin fuerzas puede ser que le esté faltando fósforo: lo encuentra en las almendras, cacahuetes, pan integral, mejillones, jamón, sardinas, gambas, boquerones, leche, yogurt, perejil.

Las dietas desequilibradas se están volviendo cada vez más frecuentes. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué una persona que lleva a cabo una higiene oral correcta puede desarrollar caries e inflamación de las encías y otra que no se cuida no tiene ningún problema bucal? Tal vez la respuesta esté en la diferencia existente en las comidas y bebidas que sí mayoritariamente tienen un efecto acidificante de forma continuada, desequilibran el pH de nuestro cuerpo predisponiéndole a enfermar. Llevar una alimentación equilibrada y tomar suplementos alimenticios ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, a prevenir el cáncer oral y a tener unos dientes y unas encías sanas.

Las deficiencias de vitamina C, hierro y zinc pueden disminuir la resistencia de las encías a las bacterias de la placa dental sobre todo si la higiene es mala.

Los colectivos más susceptibles de desarrollar algún tipo de deficiencia nutricional son los fumadores, los diabéticos, las personas de la tercera edad, los adolescentes y las mujeres en época de embarazo, lactancia o menopausia. Incluso comiendo bien, los alimentos procesados, la polución, el estrés, el tabaco, el alcohol, algunos medicamentos y enfermedades pueden interferir en la absorción de nutrientes esenciales o acelerar su pérdida (los corticoides, los laxantes, los barbitúricos, los diuréticos, la cafeína…etc.) impiden que la persona disfrute de los beneficios de una dieta equilibrada. Las lesiones y el cansancio físico y psicológico también son causa de pérdida de reservas nutricionales.

La dieta desequilibrada afecta seriamente a la salud de la boca y de los dientes e impide lucir una sonrisa sana ya que inhibe la capacidad bucal para combatir las infecciones.

DIETA ALCALINA

Para frenar el envejecimiento y recuperar o mantener la salud es necesario evitar el daño del ácido en las células mediante una dieta alcalinizante.

Los alimentos, la adicción a bebidas carbónicas (colas), nuestro ritmo de vida, la contaminación ambiental, estrés, tabaco, alcohol y la intoxicación del organismo pueden jugar un papel en el aumento o la disminución del pH de nuestro cuerpo. La acidez y la alcalinidad son determinantes para la salud. La mayoría de las comidas, dietas altas en azúcar o en hidratos de carbono tienen un poder acidificante en nuestro organismo, lo que significa que tiene un efecto enfermante para nuestro cuerpo.

Muchas enfermedades empiezan de idéntica forma: el cuerpo se vuelve ácido y comienza a degradarse. Mantener un pH equilibrado es crucial para nuestro organismo.

El agua ordinaria o destilada tiene un pH 7, que es un pH neutro. El agua alcalina tiene un pH 8,8. Las bebidas azucaradas como las colas son acídicas.

En un estudio sobre el efecto desmineralizante de determinadas bebidas: la coca-cola y la coca-cola light fueron las bebidas refrescante con menor pH (2,08) y (2,25) respectivamente las que produjeron un mayor efecto desmineralizante, esto se puede explicar ya que ambas presentan en su composición ácido fosfórico, el cual es un acidificante muy potente que interfiere en la absorción del calcio y contribuye al desequilibrio que lleva a una pérdida adicional de este mineral alcalino. El estudio fue realizado por Tucker KL, Morita K, Quiao N, Hannan MT, Cupples LA, Kiel DP, sobre los refrescos de cola, pero no otras bebidas carbonatadas, se relacionan con baja densidad mineral ósea en mujeres ancianas: estudio de osteoporosis Framingham. Rev Climaterio 2007; 10(56): 50-59.

Las bebidas con cafeína pueden causar – entre otros muchos efectos – nerviosismo, insomnio, hipertensión, latido irregular del corazón, exceso de colesterol en la sangre y hasta cáncer. Además inhibe la absorción de algunos minerales y los receptores de vitamina D, puede reducir la concentración de la vitamina C y las del grupo B. Si desea conocer más sobre el peligro de las bebidas industriales en la web de la revista Discovery Dsalud podrá leerlo aquí. Discovery Dsalud Edición Nº 160 de mayo de 2013.

Los países con mayor consumo de lácteos tienen las tasas más altas de osteoporosis.

Los humanos son los únicos mamíferos que consumen más sodio que potasio.

El químico Linus Pauling , ganador de dos premios Nóbel, afirmó que cuando alguien no se siente bien muy a menudo, es porque su cuerpo tiene un pH muy ácido.

Las sustancias alcalinas se caracterizan por su composición mineral, iones de calcio, cesio, potasio, sodio y magnesio. La pérdida continua de estos minerales puede producir calambres, arritmias, ansiedad, problemas cardiacos, ictus, diabetes, varios tipos de cáncer, infecciones, alzheimer.

El Potencial de hidrógeno o pH, es una medida de la acidez o alcalinidad de una solución, es un indicador de cómo el organismo tiene sus reservas minerales. Cuando una solución es alcalina significa que tiene capacidad para neutralizar los ácidos y se expresa con un número de pH entre 7 y 14 (extremo alcalino). Un pH de 7 se determina como neutro. El nivel de pH ácido va de 0 (extremo ácido) a 7. El pH apropiado para el cuerpo humano debe ser ligeramente alcalino, por ello los alimentos que posean esta tendencia son muy beneficiosos para la salud y especialmente para las personas diabéticas.

El pH de nuestro cuerpo se mide a través de la sangre y la cifra normal en una persona sana debe estar entre 7,35 y 7,45, dentro de este pequeño rango es algo alcalina y conviene mantenerla más cerca de 7,45. También el pH se puede medir en la orina y en la saliva oscilando en ambos fluidos entre 6,5 y 7,3. Si el pH en la sangre cae por debajo de 6,8 o por encima de 7,8 las células dejan de funcionar. Las células sanas viven en un entorno alcalino normal y contienen más oxigeno. Las células enfermas son ácidas. No se puede luchar contra las enfermedades si nuestro pH no está bien equilibrado.

Está demostrado que cuando el pH se mantiene en el lado más alcalino de la normalidad los huesos se descalcifican y se degeneran menos, se protege el trofismo de los cartílagos y la artrosis, se recuperan mejor las lesiones de los ligamentos, aumenta el rendimiento y tono muscular, aumenta la secreción de hormona de crecimiento, se mejora el humor y se crean menos radicales libres por lo tanto es antienvejecimiento y anticáncer. Protege de la hipertensión y otras enfermedades degenerativas crónicas.

Un pH ácido puede ser debido a estrés emocional, hábitos alimenticios (excesos de alimentos ácidos e insuficiencia de alimentos alcalinos), exceso de toxinas, reacciones inmunes, exceso de antibióticos, quimioterapia, aire o agua contaminados o por cualquier causa que prive a las células de nutrientes y oxígeno para sus procesos vitales. Nuestro pH tiene tendencia a ser ácido.

Los residuos de nuestro cuerpo son de naturaleza ácida y se eliminan a través de los riñones, pulmones, intestino y piel.

Una dieta muy ácida puede, también, cambiar los niveles de pH, que nuestro organismo tratará de equilibrar mediante la utilización de sus reservas minerales alcalinas para reducir la acidez y restaurar la normalidad. Si en la dieta no hay suficientes minerales alcalinos, se acumulan los ácidos en las células y se les priva de oxígeno, disminuyendo su producción de energía y su capacidad para reparar las células dañadas, permitiendo que las células tumorales crezcan. Un cuerpo ácido favorece enfermedades, el cáncer y el envejecimiento.

En las personas en general, y en particular las que padecen diabetes, los alimentos alcalinos (recomendados por la American Diabetes Association) que contienen una buena dosis de calcio, magnesio, sodio y potasio, ayudan a cambiar el pH del cuerpo, a mantenerlo sano y a prevenir enfermedades, a retardar el envejecimiento, disminuyendo la acidez estomacal y favorece la digestión, la pérdida de peso, disminuyendo la tensión arterial y mejorando la diabetes, las enfermedades neurológicas y degenerativas, el estrés y la obesidad.

Por el contrario son acidificantes aquellos alimentos que poseen un alto contenido en fósforo azufre y cloro.

Para restaurar la salud, la dieta debe ser un 80% de alimentos alcalinos y un 20% de alimentos ácidos.

Para mantener la salud, debemos tener una dieta que contenga un 60% - 70% de alimentos alcalinos y un 30% - 40% de alimentos ácidos, con una hidratación adecuada, ejercicio periódico y equilibrio emocional.

Uno de los principales minerales para neutralizar la acidez en la sangre es el calcio. Si nuestra alimentación es ácida o hay carencias nutricionales alcalinas, la sangre neutralizará la acidez utilizando nutrientes de órganos vitales (riñón, pulmón, huesos, hígado…) y el calcio de los dientes, huesos y tejidos para restablecer el equilibrio vital ácido-base, pudiendo desmineralizarse y descalcificarse nuestro organismo y aparecer caries, osteoporosis, anemia, problemas digestivos, debilidad, uñas quebradizas, pelo débil, degeneración de las articulaciones, lesiones en mucosas, sinusitis, problemas respiratorios y renales, ataques cardiacos, obesidad, envejecimiento prematuro, dolores de cabeza, ansiedad, depresión, irritabilidad, incremento de la tensión arterial, lesiones en ligamentos y disminución del tono muscular, arrugas, problemas de visión, manchas de la edad, mala memoria, y luego enfermedades: hepatitis, diabetes, úlcera de estómago, fibromialgia…etc.

Cuando nuestro cuerpo permanece acídico durante largo tiempo, se alteran las venas, arterias y tejidos debido a la deficiencia de oxígeno lo que provoca el crecimiento de gérmenes, virus y hongos que debilitan o empeoran el sistema inmunológico.

Principales síntomas de un exceso de acidez en el organismo:

  1. Boca: saliva ácida, encías inflamadas y sensibles, alta irritación de las amígdalas y faringitis que conduce infecciones repetitivas de las mucosas.
  2. Dientes: caries y dientes agrietados o frágiles. Sensibilidad de los dientes al contacto con alimentos fríos, calientes o ácidos.
  3. Estómago: acidez estomacal, digestiones pesadas, aerofagia, espasmos, dolores estomacales, gastritis y hasta úlceras.
  4. Intestinos: predisposición a las inflamaciones intestinales y decoloración de las heces.
  5. Riñones-vesícula: orina ácida, irritación y ardor en la vejiga y uretra. Cálculos renales o en la vejiga.
  6. Vías respiratorias: sensibilidad de las vías respiratorias al frío, frecuentes resfriados, bronquitis, sinusitis, anginas, hipertrofia de las amígdalas, tendencia a las alergias, tos y garganta áspera por irritación de ésta.
  7. Sistema nervioso: sensibilidad desmesurada al dolor en general, insomnio, dolores de cabeza.
  8. Sistema circulatorio: hipertensión arterial, arterioesclerosis, mala circulación, extrema sensibilidad al frío. Tendencia a la anemia y a las hemorragias. Sabañones.
  9. Sistema óseo y articulaciones: desmineralización de los huesos: dolor de espalda, osteoporosis, gota, osteomalacia y raquitismo. Fracturas y lentitud en su consolidación. Crujido de las articulaciones, bloqueo de las vértebras, reumatismo, artrosis, artritis, ciáticas y hernia discal. Molestias y dolores articulares migratorios.
  10. Sistema muscular: cansancio, calambres y espasmos, tendencia al lumbago y a la tortícolis.
  11. Ojos: conjuntivitis.
  12. Piel: palidez, sudor ácido, piel seca e irritaciones. Grietas entre los dedos y alrededor de las uñas, micosis, granos, eczemas diversos.
  13. Cabello reseco y las uñas: se adelgazan, se parten y se vuelven quebradizas.
  14. Glándulas endocrinas: agotamiento e hipofuncionamiento de las glándulas en general, excepto la tiroides, que tiene tendencia acelerarse.
  15. Órganos genitales: inflamación de las vías genitales por los ácidos, favoreciendo la posibilidad de infecciones.
  16. Estado psíquico: tristeza, híperemotividad, tendencia a la depresión, nerviosismo, irritabilidad. Cansancio crónico.
  17. Aumento de peso, sin razón aparente.
  18. Enfermedades continuas.

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Alimentos a sustituir:

Fundamental:

Prevención de la acumulación de bacterias en la boca:

Hacer buches con una mezcla de una cucharadita de bicarbonato de sodio en un vaso de agua.

Artículo recomendado en inglés: Gerry K. Schwalfenberg. The Alkaline Diet: Is There Evidence that an Alkaline pH Diet Benefits Health? J Environ Public Health. 2012; 2012:727630.

Alimentos beneficiosos El azúcar
Los dulces