PREVENCIÓN Y URGENCIAS, CLAVES DE LA SALUD BUCAL



Una enfermedad en la boca repercute en todo el organismo. Al hablar de salud bucodental es importante conocer el concepto de los términos: prevención y salud.

Prevenir es tomar medidas de precaución para evitar un daño ó perjudicar ó que este se haga mayor.

La salud, fue definida en 1958 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el estado de bienestar físico, mental y social, no solamente como la ausencia de enfermedad.

La boca es la puerta de entrada a nuestro organismo. Hay que pensar que si esta se enferma, es el organismo entero el que carece de salud. Es más, la boca, al ser un medio séptico, es la vía de entrada de numerosos virus y bacterias que entran en nuestro cuerpo, se instalan y se reproducen, originando otras enfermedades como enfermedades del corazón (endocarditis bacteriana), infecciones en las amígdalas, huesos y articulaciones, ojos, pulmones, ganglios, nervios, riñones, cerebro, tubo digestivo. Un foco de infección desde la raíz del diente puede a través de los nervios, arterias, venas y vasos linfáticos producir una infección en cualquier parte del organismo, y en ocasiones puede ser mortal.

Por ello es importantísimo cuidar la cavidad bucal. La higiene es fundamental. Las dos enfermedades más frecuentes de la boca son: las caries y la piorrea (enfermedad periodontal). Ambas se previenen con un correcto cepillado de los dientes y de la lengua. Al cepillarse hay que dedicarle tiempo: 2-3 minutos, tiene que ser suave y no debe hacerse con movimientos horizontales, es decir con movimientos anteroposteriores, porque esto produce un desgaste del esmalte, así que deberá limpiar sus dientes haciendo movimientos ligeramente rotatorios.

Prevenir no tiene edad. Todavía está a tiempo de conservar sus dientes y si los ha perdido todos puede prevenir la perdida de hueso maxilar y mandibular mediante la inserción de implantes dentales.