ANESTESIA SIN AGUJA Y SIN DOLOR

Vencer el dolor ha sido siempre un objetivo prioritario en La Clínica Cabeza Ferrer.

Aunque el cepillado de los dientes y de la lengua después de las comidas y la limpieza con el hilo dental o el cepillo interproximal pueden interrumpir el proceso de formación de la placa bacteriana, ni estas medidas higiénicas, ni las pastas dentales evitan la formación de sarro, ni las enfermedades de las encías. Una vez que el sarro o cálculo está formado, solamente el odontólogo puede eliminarlo utilizando el instrumental y la tecnología adecuada. Esta limpieza profesional es imprescindible en todos los adultos, permite controlar la caries, las enfermedades de las encías que afecta al 70% de la población mundial sobre todo a partir de los 40 años y se consideran un factor potencial de riesgo para algunos trastornos importantes de la salud.

El fumador multiplica por cuatro las posibilidades de padecer enfermedad de las encías.

Los tratamientos deben realizarse en condiciones de máxima seguridad, eficacia, calidad y sin dolor, es por ello que los dentistas de La Clínica Cabeza Ferrer consideramos el empleo de la anestesia tópica, que en no pocas ocasiones contribuirá a solventar con éxito problemas de encías sensibles, inflamadas y del hueso alveolar soporte de los dientes, con un control efectivo de la sensación dolorosa que de otra manera sólo podrían ser tratadas con anestesia convencional por vía inyectable.

Afortunadamente, los profesionales disponemos hoy de un anestésico tópico, rápido y efectivo que puede sustituir a las inyecciones en el diagnóstico y tratamiento para el sondaje periodontal, la eliminación del sarro o el alisado de las raíces. Este anestésico, compuesto de lidocaína y prilocaína se administra sin inyección, ni pinchazo, y no produce dolor su aplicación. Se trata de un anestésico liquido que se gelifica a la temperatura corporal gracias a su excipiente termosensible, en apenas 30 segundos se puede tratar un solo diente, una zona determinada, o toda la boca, su efecto dura 20 minutos, no deja molestias y el paciente no se va de la consulta con la boca dormida.

Ese gel que bloquea el dolor, no debe utilizarse en menores de 18 años, ni durante el embarazo, tampoco en personas con insuficiencia renal o hepática severa, metahemoglobinemia congénita o idiopática, alergia a la lidocaína y a la prilocaína, porfiria, ni en trastornos graves del impulso eléctrico del corazón.

Con Oraqix, que es como se llama este gel anestésico, único en el mercado, se inicia una nueva era en la anestesia para las encías y el verdadero camino para que las personas superen la ansiedad por la aguja, el miedo a la inyección y el temor al dolor.